Al parecer, al retorno de Colón, la
situación ocurrida no quedó debidamente esclarecida. Los Reyes Católicos -
que habrían dudado bastante antes de decidir destituirlo de sus cargos de
Almirante y Gobernador y demorado el envío de Bobadilla - se afligieron por
el trato que éste dispensara a Colón y sus familiares. Bobadilla fue
destituído a su vez como Gobernador de La Española, y si bien no se
restituyeron sus cargos a Colón, le encomendaron realizar un nuevo viaje.
En realidad, a pesar
del descubrimiento de las nuevas tierras americanas - que a esas alturas se
había comprendido que no eran las buscadas Indias - ello no había rendido las
riquezas esperadas; y por lo tanto, la Corona persistía en el objetivo de
buscar por occidente la llamada “Ruta de las Especierías“, que condujera a
las tan apreciadas riquezas que ellas representaban y que - de acuerdo a las
ideas que se tenía de las dimensiones del planeta - suponían muy cercana a
los nuevos territorios descubiertos por Colón.
Colón inició así su
cuarto viaje en busca de las Especierías, partiendo nuevamente del puerto de
Cádiz ahora con 4 naves y 150 hombres a sus órdenes, el 11 de mayo de 1502.
Siguiendo una ruta
aproximadamente igual a la de su segundo viaje, tenía órdenes expresas de no
recalar en La Española; por lo cual atravesó el mar Caribe, descubriendo la
isla de Martinica y llegando a las costas de Honduras y Panamá.
A la frustración
derivada de no encontrar el ansiado camino de las Especierías, ni oro u otras
riquezas, se agregaron varias calaminades; como la pérdida de dos de sus
barcos y el ataque de enfermedades probablemente tropicales. Ante eso, a
pesar de sus órdenes, decidió el 1º de mayo poner rumbo a La Española, pero
no pudo llegar, debiendo encallar sus barcos, para salvarlos, en una bahía de
la isla de Jamaica.
El rescate
constituyó una verdadera hazaña. Un integrante de la tripulación de Colón,
Diego Méndez, intentó navegar hacia La Española, que distaba más de 100
millas; pero fracasó en su primera tentativa. De tal manera, volvieron a
insistir partiendo dos canoas al mando de Diego Méndez y Bartolome Fiesco,
tripuladas por seis marineros españoles y algunos indios. Después de varios
días de navegación, Méndez llegó a La Española, para encontrar que el nuevo
Gobernador, Ovando, no le autorizaba a volver para rescatar a los restantes
náufragos.
Finalmente, y
pasados varios meses, ya en 1504, se permitió a Méndez contratar un navío
para recoger a los expedicionarios de Colón y conducirlos directamene a
España; los que pudieron abandonar Jamaica el 28 de junio de 1504, y llegar a
Sanlúcar de Barrameda el 7 de noviembre del mismo año.
Quebrantada su salud
y su espíritu, Colón falleció en Valladolid el 20 de mayo de 1506; luego de
haber sido ignorados por la Corte española todos sus reclamos de
reconocimiento de sus títulos y derechos
|